En el marco de la última edición del Salón de Gourmets en Madrid, la familia Cortina presentó su Sidra de Hielo. Es la primera vez que elaboran un producto diferente a la sidra natural. “Descubrimos la sidra de hielo en Alemania en 2003 y le vimos un potencial tremendo” asegura el lagarero Tino Cortina, “a partir de ese momento empezamos a experimentar con nuestras manzanas”.
La elaboración de una sidra de hielo requiere paciencia y trabajo, pero el producto final recompensa con creces el esfuerzo. Tiene un color dorado, ligeramente ambarino, brillante y su aroma es una fragancia pura de manzana y pasas con toques cítricos. En boca destaca su acidez y el dulzor conjugado con el carácter frutal. En definitiva, una bomba para los sentidos que merece la pena probar.