Definitivamente, ya puedes durante unas horas sentir que estás comiendo en Italia simplemente reservando en Bel Mondo. Sí, reservando porque si no estará sumamente complicado que consigas mesa sin una larga espera. Bel Mondo es Italia desde que llegas y te preguntan si tienes reserva con el alegre acento italiano. Llevaba tiempo con ganas de conocerlos y de verdad que ha superado expectativas.
El restaurante o trattoria, ha sido concebido como la mezcla perfecta entre un palacio de verano a orillas del Lago de Garda y el piso de soltero de un chico guay de los 80, Bel Mondo son 900m2 de colorido, alegría, pura felicidad. Nada más y nada menos que 300 asientos en total, situados entre pequeños rincones, cerca de la chimenea para una cena romántica o frente a la gran cocina abierta para mesas más grandes. 235m2 de terraza en un jardín secreto, lleno de flores, recordando nuestro viaje por la costa amalfitana o Capri.
En la cocina, Ciro Cristiano el chef ejecutivo del grupo Bigmamma, y su equipo de grandes chefs italianos con Carmine Cinque, Daniele con una repostería sublime, cocinan platos muy sabrosos con buoni prodotti italianos, pizzas gourmet napolitanas, que te harán recordar esos paseos por las calles de Nápoles y una selección de pasta fresca, todo 100% fatto in casa. La carta cambia cada mes y con las estaciones, una excusa perfecta para volver y probar nuevas creaciones.
Nosotros empezamos con su “No puerro más” soprendente, a continuación su pizza napoletana “Burrata e Parma”, seguida de la Carbomamma (si la pides para dos personas, te sirven los Spaghetti caseros directamente en la rueda de queso pecorino Borgo antico con el auténtico guanciale de la Toscana, un espectáculo que merece la pena). Y de postre, por su puesto Il Tigramisú (auténtico) y un cappuccino. Para acompañar los platos, limonata.
Mamma mía! ¿Qué os puedo decir? Todo estaba realmente delicioso, la decoración es una explosión de color constante, y no para de oírse hablar en italiano a los camareros creando la ambientación perfecta para sentirte 100% en Italia. Sí o sí hay que ir, y por supuesto repetiremos.